por Reinaldo Cedeño Pineda en http://laislaylaespina.blogspot.com/
Hasta las lágrimas. Olga Tañón y Miguel Bosé. Emoción hasta las lágrimas. Lágrimas bajo el sol de La Habana. Ambos, por primera vez. Siempre hay una primera vez, para todo.
¿Un convite cultural con más de un millón de personas? Nunca se había producido nada semejante en suelo cubano.
Hablo de este domingo 20 de septiembre de 2009. Hablo del 2. Concierto Paz sin fronteras convocado por el colombiano Juanes en la Plaza de la Revolución. La Plaza donde habló Fidel y donde habló el Papa. Los martillazos miamenses a los discos de Juanes, está claro, no son la paz. El histerismo no lo es. Tampoco las etiquetas endilgadas a los cubanos de una parte, o a los cubanos de otra. Cuba va en el corazón noble de cada cubano. Ellos cantaron a los cubanos. Y los cubanos, les cantamos a ellos. Cada quien como podía. Como músico, Juanes no me toca. No me da ni frío ni calor, aunque le den 17 Grammys Latinos más. Pero, haber sido el cemento unificador de este suceso, eso sí merecería un premio.
Si me dieran a escoger, me quedo con el español Víctor Manuel a sus 62 años, y “Sólo pienso en ti”, aquel amor de dos personas discapacitadas, cantado como sólo él sabe. Y con la Tañón, capaz de sacudir al público en uno de los conciertos más multitudinarios de la historia de la música. Con X Alfonso y su sonoridad. Y con Los Van Van, el tren musical de Cuba. . Con un himno de la diversidad: “Amor difícil” de Amaury Pérez. Y, por supuesto, con Carlos Varela:
La verdad de la verdad es que no hay verdad
Ni la tuya, ni la mía, ni la de él
En la pista, sobró Cucú Diamante. Sobró Dianik Flores en la transmisión televisiva. Improvisar es un arte. La falta de preparación, se paga con el ridículo. Otros que comenten el desfile de los artistas. Yo sólo diré que el concierto es un camino. La paz siempre es el camino. La paz es como la pipa de los indios norteamericanos que ha de fumarse unidos. La paz es un concierto.
Yo sólo quiero ser uno de los cubanos que aplaude…