Archive for the eduardo galeano Category

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Posted in américa, arte, cuba, debate, eduardo galeano, espejos, LaHabana, literaura, Opinión, poesia, relato with tags , , , , , on May 29, 2010 by el taburete

de Galeano…Los derechos del hombre y la tierra

Posted in américa, arte, cuba, debate, eduardo galeano, el Taburete, espejos, LaHabana, literaura, Opinión, relato with tags , , , , , , , on abril 20, 2010 by el taburete

Yo quiero celebrar la fuerza de verdad que irradian las palabras y los silencios que nacen de la comunión humana con la naturaleza. Y no es por casualidad que esta Cumbre de la Madre Tierra se realiza en Bolivia, esta nación de naciones que se está redescubriendo a sí misma al cabo de dos siglos de vida mentida.

Lamentablemente, no podré estar con ustedes. Ojalá se pueda hacer todo lo posible, y lo imposible también, para que la Cumbre de la Madre Tierra sea la primera etapa hacia la expresión colectiva de los pueblos que no dirigen la política mundial, pero la padecen.

Ojalá seamos capaces de llevar adelante estas dos iniciativas del compañero Evo [Morales, presidente de Bolivia], el Tribunal de la Justicia Climática y el Referéndum Mundial contra un sistema de poder fundado en la guerra y el derroche, que desprecia la vida humana y pone bandera de remate a nuestros bienes terrenales.

Ojalá seamos capaces de hablar poco y hacer mucho. Graves daños nos ha hecho, y nos sigue haciendo, la inflación palabraria, que en América Latina es más nociva que la inflación monetaria. Y también, y sobre todo, estamos hartos de la hipocresía de los países ricos, que nos están dejando sin planeta mientras pronuncian pomposos discursos para disimular el secuestro…. seguir leyendo

El Derecho al delirio…

Posted in américa, arte, cine, cortos, cuba, debate, eduardo galeano, el Taburete, espejos, Euskalherria, LaHabana, literaura, morro, noticias with tags , , , , , on marzo 7, 2010 by el taburete

El derecho a soñar es el único derecho que parece no haber mermado a lo largo de los siglos. El ser humano sigue imaginando mundos y creyendo en posibles futuros, aparentemente, inalcanzables. El escritor uruguayo Eduardo Galeano apela a esta capacidad de superación en el texto El derecho al delirio de su libro Patas arriba. La escuela del mundo al revés: “Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea”.

La joven donostiarra Nerea Ganzarain (1987) partió de este escrito para crear un vídeo de mismo nombre en 2009. Lo colgó en Internet y el éxito es rotundo, más de 117.000 visitas y el agradecimiento del propio Galeano. Ella lo atribuye al “sentido de humanismo que tenemos todos aunque se nos intente siempre coartar”.

Todo comenzó cuando Ganzarain participó en unos talleres organizados por Círculo Solidario de Euskadi dentro del proyecto Comunicación distinta entre mundos distantesseguir leyendo…

Cuba: La última palabra la tenemos nosotros…

Posted in américa, arte, cuba, eduardo galeano, espejos, LaHabana, Memorias, noticias, Opinión, relato with tags , , , , , , , , , , , , on diciembre 26, 2009 by el taburete

Jorge E. Jerez Belisario | en Kaos en la Red

La última palabra la tenemos nosotros

Querido padre, hoy tengo nuevamente en mis manos tu carta de septiembre, por el décimo aniversario de tu injusto encarcelamiento, en la que nos dices que la última palabra la tenemos nosotros, y he decido hacer algunos apuntes para compartir contigo y con nuestros amigos en el mundo.

El escritor Uruguayo, Eduardo Galeano, describe el mundo que nos ha tocado vivir de la siguiente manera “Caminar es un privilegio y respirar una hazaña en las grandes ciudades del mundo al revés. Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos duermen con la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros duermen por el pánico de perder las cosas que tienen. El mundo al revés nos entrena para ver al prójimo como una amenaza y no como una promesa, nos reduce a la soledad y nos consuela con drogas químicas y con amigos cibernéticos. Estamos condenados a morirnos de hambre, a morirnos de miedo o a morirnos de aburrimiento, si es que alguna bala perdida no nos abrevia la existencia”.

Esta es la descripción exacta de la sociedad que le ha tocado juzgar tu actuación, ante la necedad de un pueblo de protegerse del terrorismo del que ha sido victima por ya casi medio siglo, una sociedad para la que no somos un bien jurídico a proteger y por ende no podemos esperar justicia, ni procesos legales, estos diez años nos han demostrado que su sistema legal está diseñado para tenerlos eternamente presos. Pero hay algo que han perdido de vista los que tienen el control y es la fuerza del pueblo norteamericano el que poco a poco se dará cuenta del incremento de la injusticia en la sociedad irracional que le ha tocado vivir, se darán cuenta que llenar sus graneros, sentarse en silla de oro y consumir no pueden ser las palabras de orden, hay algo más allá y es el mérito al amor y a la grandeza y ese es el mundo por el que luchamos hoy donde el orden sea otro, donde las oportunidades sean para la mayoría  y el fruto que recojamos sea la justicia y la paz.

Hoy cuando los pueblos se despiertan o son despertados por soñadores que hacen de la vida sueños y de los sueños realidades. Aquellos hombres y mujeres que llevan en si el decoro de muchos hombres, aquellos caminantes que siguen un camino toda la vida y aún después de la muerte,  sigue su ejemplo dibujado en la Historia, hacen camino al andar, a ellos defensores del mundo de hoy y del mañana. Luchadores incansables por el derecho de soñar, reír, por los derechos de la vida y el bienestar, después de ganar la batalla por el regreso de ustedes Cinco a la patria, tendremos que hacerle un alto a la historia y con letras mayúsculas escribir  estos hombres y mujeres del mundo, tienen un lugar especial en la historia universal porque marcaron la diferencia entre la ignorancia y la inteligencia, entre lo irracional y lo racional, entre un hombre vivo y un cadáver, entre lo justo y lo injusto, entre lo cierto y lo incierto, entre el terrorismo y el antiterrorismo que es marcarla  entre el bien y el mal, se multiplicaran las Alicias, las Cindys, Los Rodys, porque son la luz y la luz siempre se abre paso en lo oscuro como diría nuestra amiga Arleen, se multiplicarán en el mundo quienes a base de sacrificio y nadando contra corriente han logrado que la verdad de los cinco se conozca en todos los continentes,  como bien tu dices y será hoy y no mañana, sabes por qué tengo esa certeza, porque son muchos los mensajes que llegan a mi ordenador  lo mismo en Francés, Ingles, Español y hasta en Creole, diciendo que ustedes regresarán, pero lo más importante, diciendo que hacen para lograr que ustedes regresen, este huracán de solidaridad cuando toque la tierra norteamericana será difícil de detener por los más desarrollados medios y monopolios de la información, sabes por qué, porque llevan la fuerza de la razón y de la justicia, que hoy está en la fronteras de Canadá y México y llegará al pueblo norteamericano, al que le pido que busque la verdad en el caso de los Cinco y como pueblo digno y honrado que es, exija justicia en este proceso.

Querido padre, hoy cuando han pasado once años de tu injusto encarcelamiento y de tus hermanos, hasta que llegue el momento en que hagamos el alto en la Historia Universal para escribir un documento que recoja la grandeza de esos hombres y mujeres que luchan por la verdad, quiero en tu nombre, en el mió y en el del pueblo cubano darle las gracias por demostrarnos que se puede luchar por un mundo mejor, donde sus frutos sean la solidaridad, la hermandad, la justicia y la paz, a todos ellos una y mil veces gracias por su empeño y por su amor, que ha sido capaz de engendrar la maravilla de creer sin lugar a dudas que la verdad triunfará.

Tu hijo
Jorgito

Jorge Jerez Belisario es un niño discapacitado camagüeyano, quien  en el primer año de vida sufrió una parálisis cerebral infantil. Catorce años después, el jovencito se ha impuesto a las limitaciones físico-motoras y a los trastornos del lenguaje, para vencer con voluntad el entuerto de la naturaleza.

Ayudado con una computadora, que le entregó gratuitamente la Revolución, pues él no puede escribir con sus manos, Jorgito multiplica su quehacer y comparte sueños y alegrías con el resto de los niños de su escuela Secundaria Básica.  La última de sus iniciativas es el Concurso de Cartas «Los hijos que ya tienes», dedicado a Gerardo Hernández Nordelo, uno de los cinco cubanos, preso en los Estados Unidos.

El  nuevo empeño promueve la solidaridad con Gerardo y Adriana, quienes se ven imposibilitados de tener hijos, por las condiciones que el imperio yanqui les ha impuesto.

Jorgito ya disfruta los primeros resultados: «Según información de la Presidencia nacional de laOrganización de Pioneros José Martí, sé que en todo el país se trabaja,  porque la idea ha impactado en los niños.  En Camagüey se han recibido ya más de 200 cartas, y desde el primer día, los niños decidieron escribirle a Gerardo y Adriana.»

Y con sano orgullo y emoción, Jorgito enfatiza, «cuando le hagamos llegar todas las cartas a Gerardo, ¡qué feliz se sentirá!

de Galeano… los mapas del alma no tienen fronteras

Posted in américa, arte, cuba, eduardo galeano, el Taburete, espejos, LaHabana, literaura, noticias with tags , on julio 13, 2009 by el taburete

galeano… un fragmento de las palabras de Galeano al ser condecorado con la Orden de Mayo de la República Argentina.

Permítanme agradecer esta ofrenda que estoy recibiendo, que para mí es un símbolo de la tercera orilla del río. En esa tercera orilla, nacida del encuentro de las otras dos, florecen y se multiplican, juntas, nuestras mejores energías, que nos salvan del rencor, la mezquindad, la envidia y otros venenos que abundan en el mercado.
Aquí estamos, pues, en la tercera orilla del río, argentinos y uruguayos, uruguayos y argentinos, rindiendo homenaje a nuestra vida compartida, y por lo tanto estamos celebrando el sentido comunitario de la vida, que es la expresión más entrañable del sentido común.
Al fin y al cabo, y perdón por irme tan lejos, cuando la historia todavía no se llamaba así, allá en el remoto tiempo de las cavernas, ¿cómo se las arreglaron para sobrevivir aquellos indefensos, inútiles, desamparados abuelos de la humanidad? Quizá sobrevivieron, contra toda evidencia, porque fueron capaces de compartir la comida y supieron defenderse juntos. Y pasaron los años, miles y miles de años, y a la vista está que el mundo raras veces recuerda esa lección de sentido común, la más elemental de todas y la que más falta nos hace.
Yo tuve la suerte de vivir en Buenos Aires, en los años setenta. Llegué corrido por la dictadura militar uruguaya, y me fui corrido por la dictadura militar argentina.
No me fui: me fueron. Pero en esos años comprobé, una vez más, que aquella prehistórica lección de sentido común no había sido olvidada del todo. La energía solidaria crecía y crece al vaivén de las olas que nos llevan y nos traen, argentinos que vienen y van, uruguayos que vamos y venimos. Y en el tiempo de las dictaduras, supimos compartir la comida y supimos defendernos juntos, y nadie se sentía héroe ni mártir por dar abrigo a los perseguidos que cruzaban el río, yendo para allá o desde allá viniendo. La solidaridad era, y sigue siendo, un asunto de sentido común y por lo tanto era, y sigue siendo, la cosa más natural del mundo. Quizá por eso su energía, la siempreviva, fue más viva que nunca en los años del terror, alimentada por las prohibiciones que querían matarla. Como el buen toro de lidia, la solidaridad se crece en el castigo.
Y quiero dar un testimonio personal de mi exilio en la Argentina. Quiero rendir homenaje a una aventura llamada Crisis, una revista cultural que algunos escritores y artistas fundamos con el generoso apoyo de Federico Vogelius, donde yo pude aportar algo de lo mucho que me había enseñado Carlos Quijano en mis tiempos del semanario Marcha.
La revista Crisis tenía un nombre más bien deprimente, pero era una jubilosa celebración de la cultura vivida como comunión colectiva, una fiesta del vínculo humano encarnado en la palabra compartida. Queríamos compartir la palabra, como si fuera pan.
Los sobrevivientes de aquella experiencia creadora, que murió ahogada por la dictadura militar, seguimos creyendo lo que entonces creíamos. Creíamos, creemos, que para no ser mudo hay que empezar por no ser sordo, y que el punto de partida de una cultura solidaria está en las bocas de quienes hacen cultura sin saber que la hacen, anónimos conquistadores de los soles que las noches esconden, y ellos, y ellas, son también quienes hacen historia sin saber que la hacen. Porque la cultura, cuando es verdadera, crece desde el pie, como alguna vez cantó Alfredo Zitarrosa, y desde el pie crece la historia. Lo único que se hace desde arriba son los pozos.
La dictadura militar acabó con la revista y exterminó muchas otras expresiones de fecundidad social. Los fabricantes de pozos castigaron el imperdonable pecado del vínculo, la solidaridad cometida en sus múltiples formas posibles, y la máquina del desvínculo continuó trabajando al servicio de una tradición colonial, impuesta por los imperios que nos han dividido para reinar y que nos obligan a aceptar la soledad como destino.
A primera vista, el mundo parece una multitud de soledades amuchadas, todos contra todos, sálvese quien pueda, pero el sentido común, el sentido comunitario, es un bichito duro de matar. La esperanza todavía tiene quien la espera, alentada por las voces que resuenan desde nuestro origen común y nuestros asombrosos espacios de encuentro.
Yo no conozco dicha más alta que la alegría de reconocerme en los demás. Quizás ésa es, para mí, la única inmortalidad digna de fe. Reconocerme en los demás, reconocerme en mi patria y en mi tiempo, y también reconocerme en mujeres y hombres que son compatriotas míos, nacidos en otras tierras, y reconocerme en mujeres y hombres que son contemporáneos míos, vividos en otros tiempos.
Los mapas del alma no tienen fronteras.
http://www.jornada.unam.mx/2009/07/10/index.php?section=cultura&article=a44n1cul

tomado de mundoencrisis.blogspot.com

¿¡ Ké esperas para buscarlo ?¡

Posted in américa, arte, cuba, eduardo galeano, el Taburete, espejos, LaHabana, literaura, Opinión, poesia, relato with tags , , on junio 15, 2009 by el taburete

libros

¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:

El aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros; la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor;…… La gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar, se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que comenten quienes viven por tener o por pagar, en vez de vivir por vivir nomás…en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo…La justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda…seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo; la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.

PATAS ARRIBA, LA ESCUELA DEL MUNDO AL REVES”

Eduardo Galeano